La gastronomía francesa es una de las más reconocidas a nivel mundial, por su gran variedad, refinamiento, sabores y diferentes combinaciones. París, es una de las ciudades más reconocidas por su culinaria, los chefs de Europa, en su mayoría viven allí, es una ciudad donde el turismo prima, personas de todo el mundo van a probar deliciosos, diversos y únicos platos, preparados por los mejores chefs del mundo.
Los productos como el queso, la leche, la carne, el pan y el vino son esenciales en la cocina francesa, no puede faltar alguno de ellos a la hora de preparar un buen plato. Los restaurantes donde se vende la comida francesa legitima tienen un ritual a la hora de servir las comidas y es el aperitivo, que se compone de pequeñas porciones de comida con mariscos o con algún tipo de pasta o algunos aderezos. La entrada que puede variar entre sopa, ensalada o fiambre, es un plato muy liviano. Le sigue el plato fuerte, se sirven las pastas, carnes, pescados, mariscos, acompañados de verduras. Por ultimo encontramos el postre que es uno de los acompañamientos más importantes para darle ese toque dulce. Todas las recetas son cuidadosamente seleccionadas y preparadas.
El tacto, las texturas y el olfato, hacen parte del buen comer y de la persona que gusta de diferentes tipos de comida, el poder disfrutar de un buen plato, buena compañía un buen vino hacen de una comida un momento agradable para compartir.
El sabor de la comida francesa es bastante peculiar y hay gran cantidad de platos para elegir, para desayunar, tomar un tentempié, almorzar o cenar, son sabores de deleite y agrado, comida gourmet para todos los gustos, para todas las personas de cualquier edad, es bueno conocer que comer en Francia es todo un ritual de sabores maravillosos, de olores inigualables, de texturas variadas.